domingo, 30 de septiembre de 2012

Entonces, ¿en qué quedamos?


  Si relacionamos la infraestructura y el crecimiento, tenemos que entender que las inversiones en ampliación de las redes de infraestructura tienen un efecto positivo, pero que deben ser acompañadas por otras medidas para que las mejoras sean un apoyo realmente eficaz en el crecimiento económico. No hay que olvidar que las inversiones en infraestructura tienen una tasa decreciente.
  Cada vez que nos detengamos a pensar sobre las fuentes del crecimiento, tenemos que considerar que la calidad de las instituciones y de su gestión es esencial. Una institución (publica o privada) que es débil y pobre en infraestructura puede frenar el crecimiento económico. Evidentemente, el grado de impacto de los gastos en infraestructura tienen una relación positiva con la calidad y el desarrollo de las instituciones.

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