domingo, 30 de septiembre de 2012

Corea del Sur: Desarrollo Gracias a la Infraestructura


Corea del Sur se ha convertido en una de las mayores economías del mundo, ocupando el 2011 el lugar 15° en términos de PIB y la 26° en el índice de desarrollo humano 2007/2008 hecho por el PNUD. Estos indicadores, también se relejan en la infraestructura de transporte, la que esta constituida por una red de carreteras de más de 97 mil kilómetros; sus líneas de ferrocarril, de propiedad del Estado, tienen 3.129 Km. Su principal puerto es Busan y su aeropuerto Incheon. Corea del Sur es uno de los mayores constructores de buques del mundo y tiene la sexta flota mercante por tonelaje.
 
Sin embargo, la historia de la infraestructura sur–coreana es bastante nueva en comparación con el resto de los países y está influenciada por los aspectos políticos y sociales que han afectado a la nación asiática. Todo esto, hace admirable el modelo coreano, modelo que le permitió en menos de 60 años, pasar de una precaria infraestructura básica a ser una de las naciones con más alto desarrollo. Es por esto que, la infraestructura fue, y es, una de las áreas prioritarias de inversión para cada gobierno, no solo para velar por la integración nacional, sino que también para hacer la economía coreana más eficiente y competitiva. El modelo coreano le da mucha importancia  a la visión de largo plazo, con planes de desarrollo coherentes, públicos y que cuenten con financiamiento independientemente, tanto de la política como de la misma economía.

El primer plan nacional de infraestructura, fue establecido en los 70’s con el fin de orientar la inversión en regiones con potencialidad exportadora. El plan contempló entre otras inversiones, la modernización y expansión de las redes de infraestructura básica y de transporte. La siguiente década, se inicia con el establecimiento de un segundo plan de infraestructura, también enfocado en el desarrollo físico, pero esta vez en el fomento de las áreas. Este plan contempló incentivos fiscales para la relocalización de industrias, políticas de pavimentación de vías, desarrollo de infraestructura y mejoras en los sistemas de transporte. Los últimos años del siglo XX, fueron regidos por el tercer plan de desarrollo, orientado a alcanzar estándares internacionales que permitieran beneficiarse de la globalización de los mercados, asegurando un equilibrio y desarrollo subnacional. Para ello, los principales ejes de acción estuvieron orientados a mejorar la calidad de vida de la población, mediante importantes inversiones en infraestructura social, reordenamientos territoriales y un incremento importante en los cantidad y calidad   de los servicios de transporte, principalmente en la red ferroviaria urbana, que en 1993 contaba ya con 298 Kms. de vías.

Este caso, deja ver la importancia de planes coherentes y sostenibles en el tiempo, que sean políticas de Estado y sean entonces, independientes de los cambios políticos o económicos. La experiencia coreana también lleva a la reflexión de que una política integrada exitosa no se crea de la noche a la mañana, y no puede ser el resultado de la acción de un sólo período de gobierno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario